lunes, 24 de julio de 2017

How much art can you take?

En lo que llevamos de año he pensado o concluido que la vida es una perra, en el sentido de que siempre te pone conflictos en el camino, siempre te mantiene en movimiento, nunca te deja descansar, juega en conjunto con tu cerebro para hacerte creer que todo se desmorona a tu alrededor, cuando la mayoría de las veces no es tan así, cuando la mayoría de las veces es posible encontrar una solución a la situación.
Todos sabemos que la vida es complicada, es difícil, para todos por igual, no existe eso de "este X sujeto la está pasando peor", es imposible una comparación.
Entonces, ¿qué tenemos que hacer? ¿matarnos?: NO. La mayoría de las personas creen que mi punto de vista con respecto a la vida es algo pesimista, cuando en realidad es todo lo contrario, es hermosa. Vida tenemos una sola, y lo que no tiene sentido es escaparse de ella, pues al final nos transformamos en nada; hay que agarrar todas esas situaciones, todas las oportunidades, todos los obstáculos y hacer una obra de arte con ellos, ponerlos de tal forma para ordenar lo que somos nosotros, al fin y al cabo eso hacemos, y eso es lo más lindo que hay; todos somos artistas.

miércoles, 7 de junio de 2017

WTF

Justamente ahora tengo todas las putas ganas de escribir, así que voy a crear una especie de corriente de la conciencia (pero súper cortita) para poder desahogarme y simplemente decirle a alguien anónimo cómo me siento:

En estos momentos que me dan, esos ataques de querer escribir algo, pero no escribir cualquier cosa, no, sino escribir algo bonito, una historia sacada de las entrañas de mi cabeza, armada de a poco y perfeccionada a lo largo, algo que retrate mi ser interior pero no de una forma tan descarada y sucia a como lo estoy haciendo ahora. Realmente admiro a esas personas, no sé si llamarlas imaginativas, que son capaces de crear algo nuevo, algo hermoso a los ojos, algo que no sea una modificación de otra cosa preexistente; y con esto puedo decir los cuentos, los dibujos, las melodías, todas esas cosas marcadas en lo artístico.

Eso es lo que me carga de mí, me encantan ese tipo de cosas, me fascina nutrirme del arte de otros, pero me siento incapaz de crear algo, se me es fácil reproducirlo, pero nunca siento que es algo propio; las envidio mucho.

Últimamente me he sentido extremadamente rara, una amalgama de sentimientos en donde la tristeza, quizás, es la protagonista; y lo más triste es que no sé como explicarlo, pienso que probablemente sean las hormonas.

Al no vivir con mis padres, al ser una niña muy sola, al tener una infancia de esas que no has recibido mucho cariño por parte de tus iguales; y al crecer y recrear toda esta situación de nuevo solo por el hecho de que ya estás acostumbrada es raro. Siempre he necesitado el cariño de mis más cercanos, solo eso, y cómo ahora no estoy con ellos necesito ese cariño de mi otro más cercano, pero no sé si a veces seré muy exigente, no me gusta presionarlo mucho, indirectamente le digo lo que necesito pero no se me hace obvio que se le hace obvio. Pero no me malinterpreten, no es que me deje de lado, todo lo contrario, siempre está conmigo, la mayoría de las veces me escucha, pero por alguna razón estos pensamientos se me vienen a la cabeza al punto de ya no saber qué hacer.

Al fin y al cabo somos humanos, y al igual que el cuerpo con el paso de los años, la mente también se va debilitando, se va corroyendo; cada uno ha vivido traumas a lo largo de su vida, esos problemas personales que es imposible compararlos con otros porque todos somos diferentes, nuestras realidades son diferentes, la forma en que vemos el mundo es diferente, todo es tan no obvio en cuanto a las reacciones humanas.

Bueno, satisfecha, creo.

viernes, 19 de mayo de 2017

Ps: Mente

Recién ahora me entraron esas ganas terribles de poder escribir algo, pero como me da paja crear un proyecto tan extenso y difícil como escribir una novela me resigno a escribirlo en un blog, algo que tengo muy en cuenta que se olvidará en un futuro cercano pero no importa, solo quiero satisfacer esa necesidad animal de escribir algún texto.

Con el paso del tiempo he intentado ponerme más "dura", un modo de autodefensa para que cualquier posible tropiezo o ataque venga hacia mí yo esté preparada para enfrentarlo. Obviamente, y como todo en la vida, usar ese tipo de escudos tiene efectos tanto positivos como negativos... es imposible tenerlo todo. Al ocuparlo uno involuntariamente se encierra en sí mismo, a tal punto de que la única interacción social que tienes es con tu familia, y  si estás trabajando/estudiando los tenues "hola" y "adiós" que socialmente debemos decir por cortesía, además, ya estamos entrenados para eso.

Mis amigos los puedo contar con los dedos de una mano, e interactúo con alguno de ellos 1 vez al mes con mucha suerte; aun así tengo muy en claro que esta actitud mía no les molesta.

Me acabo de dar cuenta que me fui por otra rama a la cual no quería llegar (por algo no escribo novelas), por lo que vamos a retomar mi falta de sociabilidad. Una de las causas de esto es, extrañamente, mi relación con mi familia; al ser una niña tan distante del exterior no tenía más remedio que apegarme a lo conocido, y con "apegarme" me refiero a mucho. Pero todos crecemos, todos hasta mí, conocemos gente y nos enamoramos locamente, todos queremos hacer cosas por nuestra cuenta, todos rompemos corazones alguna vez.

El día de ayer fui al psiquiatra  de mis padres, no tuve más remedio que hacer la situación menos incómoda y metamorfosearme, sacándome este disfraz de mujer antisocial a una completamente diferente, conté todo lo que tenía en la cabeza, no porque me importara que arreglara mis problemas propios, sino para que arreglara a mis padres, para que los hiciera entender en qué se equivocaron, para que no ocurra de nuevo con mi hermano, para que ellos estén mejor. Sorprendentemente, eso pasó.

Siempre he pensado que el tema de los psicólogos y psiquiatras es una tontería, que prácticamente uno compra un servicio pero al mismo tiempo uno ya sabe lo que te va a decir, sería un círculo vicioso, una mentira a uno mismo; pero ayer me di cuenta que no es tan así, que existe gente que de verdad piensa eso del "amor al arte", y que lo practica, que sabe cuándo decir las cosas; es solo buscar bien.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Consciencia

Últimamente han sucedido una cadena de pensamientos dentro de mi cabeza que de alguna forma han afectado mi forma de comportarme frente a los otros seres humanos.
Tengo muy claro que es difícil "medir" la cantidad de amor que uno le tiene a otra persona y viceversa, pero al fin y al cabo, esos números incontables se demuestran en acciones y en palabras, lo chistoso es que, por lo menos para mí, tales acciones y palabras se deben reiterar día a día, como que si de manera inconsciente mi mente se olvidase de aquellos tenues detalles, donde en tales momentos de necesitar amor de alguna persona X tenga que hacer un esfuerzo para poder recordar de manera general ese sentimiento compartido; y no es porque lo necesite, sino porque mi cabeza desea mantenerlo vivo.
Probablemente el párrafo anterior nadie o muy poca gente lo va a entender, pero yo si lo entiendo y eso es lo que importa.
Ayer en la noche pensaba que es tonto estar molesto por cosas del pasado o, mejor dicho, por cosas que pudieron ser pero al final nunca sucedieron, porque al fin y al cabo, las decisiones que uno tomó en un momento preciso lo llevaron a donde está ahora, y ese ahora es el que importa y en el que cada uno debe trabajar individualmente y preocuparse, no de algo que ya no es, simplemente es una pérdida de tiempo. Pero aun así, con mi calidad de ser humano encima, aun me hacen ruido algunas cosas.
Soy de esas fieles creyentes que cada uno de nosotros es menos que un simple insecto en la vastedad del cosmos, seres ínfimos que no influyen en nada en el funcionamiento de la vida en sí, es decir, si hay uno más o uno menos de nosotros no importaría en nada; pero aún así, anhelo esa necesidad de sentirme especial, quizás no con cualquiera, pero si con las personas que de verdad amo (que las puedo contar con los dedos de una mano). Al final del día, uno es especial y único para sí mismo, en esa mentira vivimos, y tenemos que vivir.
Recuerdo que un día fui a un cumpleaños con mi pololo, de un gran amigo que tuve en la época de colegio, uno que estuvo enamorado de mi toda la enseñanza media pero yo nunca intenté nada con él porque simplemente no me atraía románticamente hablando; antes de irnos de su cumpleaños miró a mi pololo y le dijo: "oye, aprovecha bien a la consu", y en el cual le responde, en tono de broma: "si, ya la he aprovechado enterita" (solo para que lo tengan claro, no me molesta para nada esa frase, todo lo contrario, además que el ambiente daba para ese tipo de frases); pero éste replica: "no en ese sentido, es la consuelo, en una onda más espiritual o algo así". Debe ser una de las cosas más lindas que me han dicho, aunque sea indirectamente.
Como síntesis de toda esta orgía de sensaciones, pensamientos, emociones, de las cuales la mitad carecen de sentido y la otra mitad no puede ser comprendida por promedios, puedo llegar a un conclusión final: no hay nada como llegar a los comportamientos más animales, no hay nada como una buena cachita para sacar preocupaciones inexistentes de encima y poder seguir con el día a día.

domingo, 12 de marzo de 2017

Miau

Nunca se me hubiese ocurrido hacer algo así, pero justo hoy día sentí esa necesidad animal de escribir algo y poder "contárselo al mundo" de alguna forma, aunque tengo muy claro de que algo como esto no va a llegar muy lejos, simplemente va a ser uno más de los millones blogs que existen, de los cuales todos hablan de lo mismo: los superfluos "problemas" de cada individuo que sufren el mismo deseo que yo, y que al fin y al cabo todo el tiempo y palabras invertidos en este sitio intangible van a quedar en el olvido, pero aun así no es  una pérdida en su totalidad; pues como yo lo veo, es una especie de catarsis que cada uno es capaz de hacerse así mismo, una de las tantas formas de confrontar el día a día.
Soy pésima para las nombres, y no es porque carezca de imaginación o algo por el estilo, sino porque esa es mi forma de ser, pues mi cerebro no los  encuentra muy útiles, el contenido es lo importante, los títulos solo son una pizca de todo lo que uno anhela expresar (a veces pueden llegar a ser mentirosos), algo creado para los mediocres; por ende, todos mis textos van a estar acompañados de palabras que se me ocurran en el momento; en este caso, mi tradicional "miau".
En fin, creo que me estoy alejando del porqué de la creación de este sitio (y todo lo que eso conlleva); siempre he pensado que uno escribe cuando está apenado, una forma de limpieza, un modo fácil de distraerse/desquitarse de todo el dolor que uno lleva consigo en la mente. Pero hoy día no estoy "triste", todo lo contrario, y mi cuerpo sintió esa necesidad de poder expresar algo, algo alejado de mis conocidos y de todas las redes sociales.
Desde pequeña he sido algo solitaria, con una especie de sufrimiento interno que lo mantenía controlado y que cada cierto tiempo se me escapaba de las manos pero lograba ponerlo en su lugar, eso sí, siempre sola, sin la ayuda de nadie. El año pasado decidí empezar a escribir un word de todos mis pensamientos, una nueva forma de mantener bajo control ese dolor mío, palabras que aún están guardadas (recuerdo haber hecho algo parecido cuando pequeña pero escrito a mano, material que posiblemente ya está extinguido). Desde el momento en que terminé de escribir tal word hasta ahora mi vida cambió por completo, algo que siempre había querido hacer pero nunca se me había dado esa oportunidad.
Estaba  revisando el blog de mi pololo, debo admitir que me gusta mucho hacerlo, debe ser la única persona cercana que escriba realmente bien, y con "realmente bien" me refiero a que te causen sensaciones cada  vez que lees  y relees  algún párrafo de él. Uno de sus textos aludía a  un antiguo amor que tuvo, algo que fue parte  de su historia, al fin y al cabo, algo parte de él, algo que de alguna forma me conmovió (no sé si será la palabra correcta, pero algo así es). Escriióe cosas ilógicamente hermosas, pero lo que me llama la atención es que todas esas "cosas hermosas" las ha llevado al papel en momentos de pena, momentos que no debiesen ser plasmados pero ya lo fueron; algo que también me pasa (o pasó) a mi.
De estos 9 meses que hemos estado juntos (una relación súper sana, sin ningún conflicto), no ha escrito nada, excepto aquella vez que él se enojó por algo que estaba indirectamente involucrado con un trauma del pasado, algo que él como ser debiese arreglar por su cuenta, No os confundáis, no le estoy reprochando que no me escriba nada, sino que me llama la atención que esos momentos felices, los que uno debería guardar por salud mental, naturaleza o como quieran llamarle, simplemente no lo hacemos, y en parte también me incluyo.

"¿Qué hace un poeta sin dolor? Lo necesita tanto como la máquina de escribir" - Charles Bukowski.
Sinceramente, me carga Bukowski, su literatura erótica es tediosa y repetitiva, sus palabras no logran atravesar mi mente ni mi corazón, no me causan nada, se quedan en el purgatorio y de ahí se olvidan; pero esta frase es rescatable, quizás esta frase sea una de las respuestas a la interrogante.

Probablemente, algún día, suba algún extracto del word que anteriormente nombré, de a poco, para que se vayan haciendo una idea de la psique de su quebrada autora.
Y ahora, para cerrar y terminar con la maldición de  los  recuerdos tristes y los olvidos felices, les dejo algo lindo: estoy echada en la cama con marraqueta y media en el estómago, con mi amigo/hermano/compañero/amante/hombre/pececito/hermosho mio a mi lado, él raja a cagar, roncando a más no poder, ocupando mi polera de He-Man, babeándome todo el brazo, demostrándome un amor que, creo yo, va mucho más allá  que las palabras, algo que es imposible de plasmar, calentándome mis tibios piececitos, y yo estoy bien, al fin.